Pau Gasol y la máquina engrasada

La Copa del Mundo no ha hecho más que empezar para España. Los dos primeros partidos ante Irán y Egipto fueron los más sencillos de todo el campeonato, los más ganables, pero el equipo demostró que está bien. Ayer tocaba Brasil y la máquina siguió engrasándose, con un grandísimo partido y con un Pau para el que se me acabarían los calificativos: estuvo soberbio. Todos los jugadores se han recuperado de sus molestias, algo normal después de muchos días de concentración y de muchos partidos. Llevan ya once este verano, pero el objetivo es jugar otros seis. Para ello hay que ir poco a poco. Ya lo comentó Abrines, la Selección está a un 70% y lo que queda es lo que se han reservado para ir creciendo durante nuestro Mundial. Ese es el objetivo marcado y estamos en el buen camino.

Durante el año no me pica el gusanillo de jugar al baloncesto, tampoco lo ha hecho ni en la concentración ni en los amistosos. Cuando llegaba el torneo es cuando te entraba ese cosquilleo en el estómago, pero yo me retiré porque dejé de sentirlo. Ahora estoy al otro lado, aunque siempre va a ser un placer seguir viendo, y disfrutando, con mis excompañeros. Desde ese otro lado, a nivel organizativo, podemos estar empezando a hablar de un excelente campeonato: por sus infraestructuras, sus pabellones, la repercusión… Por ahora la nota es muy buena, pero esto no ha hecho nada más que empezar. Y esa nota, y sobre todo la del equipo, quiero que sea la mejor.