P. P. San Martín

La nueva España se entrega a Cesc y a Silva

Del Bosque busca la recomposición de un modelo que saltó por los aires en Brasil. Sin Xavi, sin Xabi Alonso... la Selección cayó ayer en manos de Cesc Fábregas, acompañado por Koke y blindado por detrás por Busquets. Un 4-1-4-1 en el que Cazorla y Raúl García se estiraban en ataque por fuera para acompañar a un Diego Costa que volvió a pegarse en solitario con los centrales de Francia. El nuevo diseño mostró viveza y mucho mejor ritmo del que se vio en el Mundial. Lástima que ni Diego Costa ni tampoco Raúl García pisaran área con el olfato de gol que lo hacen en sus clubes.

En la segunda parte, Del Bosque fue perfilando un Plan B en el que esta vez Silva asumió galones para tocar más. La inclusión de Isco aumentó los enlaces, con Koke de eje vigilante e Iturraspe por detrás. Francia marcó en una jugada mal defendida, pero España mantuvo tensión, digna pelea, ideas y una sensación de resurrección tras el Mundial.

Compactos

Medular inicial compacta, con Cesc al mando. Raúl García y Cazorla con llegada por fuera. Aquí deslumbró Carvajal por banda.

Faltó llegar

Con Alcácer y Pedro se esperaba más llegada. Y la hubo, pero sin hilar bien para marcar gol. Silva se movió por donde quiso.