Del Bosque no tiene suerte con Diego Costa

No tenemos suerte con Diego Costa. Su llamada a la Selección vino acompañada por bastante polémica, por su condición de brasileño de origen y por sus maneras. Entre los críticos estuvo Llorente, que desde entonces ya no cuenta. Del Bosque pasó por encima de esas dificultades. Y también el jugador, que aceptó la llamada pese a los reclamos de Scolari. Pero a la hora de la verdad, nos llegó medio lesionado. Su propia inclusión en la lista definitiva fue duda hasta el final. En Brasil jugó, pero no lo hizo bien. Ni peor que otros. Al menos podemos agradecerle que fingiera aquel penalti que valió el gol ante Holanda...

Pasado el Mundial, muchos pensaron que no volvería a La Roja. Se iba de España, se iba con Mourinho. Pero Del Bosque le ha vuelto a llamar, jugó en París, se mató a correr y a luchar, olió pocos balones, se retiró en el 67’... y ahora se marcha. Resulta que está lesionado, cosa que ninguno notamos. Es más: ayer por la mañana estuvo en el entrenamiento de la Selección. Luego, molestias, examen y a Londres. Supongo que le dolería tanto que no podía esperar al lunes. Y no hay que quejarse: menos le dolería a Piqué, que jugó el domingo ante el Villarreal tras decirle a Del Bosque que no estaba bien.

Son cosas que no vienen bien. Este equipo sólo puede reconstruirse con el entusiasmo de todos, pero hay gente que empieza a ponerse de perfil. Y luego está la sensación de que en esos dos puestos, el eje de la defensa y la punta del ataque, hay pocos repuestos. Por Piqué jugó San José, suplente en el Athletic. Por Diego Costa llama Del Bosque a Munir, un chico que promete mucho (me gusta de verdad) pero que hasta ahora ha jugado exactamente un partido en Primera División. Aduriz está enorme, pero se ve que eso de que pase de la treintena le descarta. En fin, pasan cosas que no vienen nada bien.