Serbia, de lo bueno a lo mejor

Serbia y la oportunidad. Quien mejor gen competitivo maneja disfruta de un mejor don de la oportunidad. Serbia perdió en la primera fase del campeonato contra Francia, Brasil y España y rentabilizó su buena costumbre de sacar conclusiones de aplicación posterior. En el momento y en el lugar adecuado estuvo preparado para realizar el partido redondo que acabó destrozando a Grecia, uno de los tres únicos equipos que habían pasado invictos a la segunda fase. La pizarra de Katsikaris no pudo encontrar en su plantilla condición capaz de neutralizar la inspiración de Bogdan Bogdanovic o los tres o cuatro movimientos que despliega Raduljica dentro de la zona, como un gran coreógrafo de danza contemporánea. El serbio no sabe el significado de la forma verbal “conformarse”, no la entiende ni como reflexiva ni como recíproca o enfática. Solo entiende el grado cualitativo de lo bueno como un antecedente de lo mejor.

Más peligro, más nivel. Los octavos de final no dejaron duda de que el lado del cuadro de las eliminatorias de Madrid resulta más exigente y de mayor nivel competitivo. A priori un peligro que puede acabar convirtiéndose en un camino de adiestramiento superior para el equipo que logre alcanzar por ahí la final del día 14. El peligro para la selección de USA radica en la sencillez prolongada a la hora de salvar las eliminatorias, precisamente en el equipo que tiene un mayor desconocimiento sobre los rivales. Krzyzewski sí tendrá algo a favor, su hipotética semifinal se jugará el jueves, con tres días por delante para entrenar y concienciar.

Las reflexiones de Oberto. Me encontré en el Palacio de Deportes con Fabricio Oberto, el campeón olímpico argentino, ya retirado, entrenador de cantera en Atenas de Córdoba y conductor de un exitoso programa en la cadena TyC Sports. Acaba de entrevistar hace escasos días a Maradona, en Roma. Su próximo objetivo entre los entrevistados está en los hermanos Gasol, los dos juntos. Fabricio dice que de su larga carrera de jugador no añora los entrenamientos pero sí las sensaciones de jugar una final de la NBA o de unos Juegos Olímpicos. Experiencias incomparables a cuya ausencia no es fácil acostumbrarse. Dice Oberto que al retirado “la vida se le queda pequeña”. Efectivamente, viene de entrevistar a Maradona.