Lisboa, capital de Europa y Olimpo Blanco

Manolete, resultas entrañable. Cuando dices, sin sonrojarte, que el Atleti es el rey del fútbol en la capital me desorejo de risa. Si un equipo gana la Supercopa de España es una cuestión doméstica que no traspasa más fronteras que la Puerta de Hierro o la autovía de Andalucía. Si un equipo es campeón de la Champions significa que desde Sidney a Estambul, pasando por Yakarta o Bombay, todo el planeta habla del Rey de la Décima y del equipo de leyenda que alcanza un logro que no está a la altura del resto de los mortales futbolísticos.

Manolete, mi equipo tiene diez Copas de Europa. ¿Y el tuyo? Para dirigirte al Madrid deberías hablar de usted. Nosotros no vamos con la demagogia del “partido a partido” (por cierto, así cumplirá su sanción Simeone hasta llegar a ocho). Nuestra filosofía es más ambiciosa. El Madrid va “título a título”. Así conquistamos no sólo las dos manitas en el Viejo Continente, sino 32 Ligas (vosotros tenéis 22 menos...), 19 Copas, 3 Intercontinentales, 2 Copas de la UEFA, 2 Supercopas de Europa... No te voy a aburrir con un mensaje que a ti te suena a ciencia ficción. Una cosa es soñar y otra agarrar tus sueños. El Madrid vive en una realidad dibujada en el minuto 93 en Lisboa. La falta imaginaria de la que me hablas no la han comentado ni los atléticos. Pero me encanta que rabies y te aferres al llanto arbitral. Ese es el Atleti de toda la vida. Sin embargo, yo os aprecio. Sois brillantes subcampeones y partícipes en la foto de la gloriosa noche del 24 de mayo. Fuisteis nuestros convidados de lujo en un momento que recordarán nuestros hijos y nuestros nietos.

Manolete, antes del sábado limítate a quedarte con esta palabra que te va a taladrar hasta el fin de los días: Décima, Décima, Décima, Décima, Décima, Décima, Décima, Décima, Décima, Décima...