Un campeonato mal preparado

Fracaso inolvidable. Finalizó la historia más prometedora jamás prevista con un tropiezo inolvidable, estruendoso. Por lo imprevisto, por la sequedad de boca, por la imagen tétrica y ojerosa de la mejor selección que nunca pudimos reunir. Un gatillazo histórico con la mejor novia que hemos tenido. Las diferencias entre una disminuida Francia y una España que se demostró con más pintura y maquillaje que belleza real no dejan lugar a matices, peros ni excusas. Lo explicó Pau Gasol en rueda de prensa: “La preparación mental es de cada uno”. Lo dijo el capitán Navarro nada más acabar en Cuatro: “Ha sido un fracaso.” “No hemos preparado bien el partido.” Yo iría más allá. Que esta España pierda contra esta Francia es no haber preparado bien el campeonato.

Orenga, en el disparadero. El pim-pam-pum sobre Orenga también era algo previsible. Orenga ha arrastrado ese papel de culpable desde el mismo momento de su nombramiento, debido al desfase entre bagaje previo como entrenador y la categoría del equipo que le ha tocado dirigir. La opción de ser el punching bag de todo el país ante la remota posibilidad de que con esta generación llegara el peor partido de la Selección en los últimos veinte años, era algo contemplado. Quién sabe si tanta causa como consecuencia. Un entrenador que deja vivir no es incompatible con un entrenador que decide y reacciona ante las dificultades. Los mejores jugadores del mundo también necesitan un entrenador cuando el atasco y la impotencia en el juego se apoderan de todo.

Instinto triunfal. Nada más finalizar su contundente victoria contra Brasil Sasha Djordjevic fue preguntado en Cuatro por su preferencia como rival para la semifinal del viernes. El seleccionador serbio no dejó que María Victoria Albertos finalizara la pregunta: “España”, respondió, con la misma mirada desafiante con la que su equipo le jugó a Brasil. Serbia sigue una línea de manual sobre cómo afrontar y jugar un torneo de estas características. De menos a más, dosificando en la primera fase a jugadores tan determinantes como Teodosic y Krstic, generando retos sobre los que el calendario del campeonato te va a dar una segunda oportunidad. Estar en el lugar indicado en el momento oportuno, a plenitud.