Los futbolistas tienen ideas propias, dejen de sobreprotegerles

Basta de ridículos. Vivimos en un mundo en el que la sobreprotección llega a ser absurda. Mientras los empleadores de los futbolistas, principales actores de este negocio, se empeñan en alejar a los protagonistas de la película de los focos y de los micrófonos, resulta que las grandes estrellas, a la que pueden, se escapan por la gatera y demuestran que tienen discurso para hablar de lo que sea, que tienen lo que se debe tener para exponerse al debate público superando las medidas cobardes, melifluas y quedabien que diseñan gabinetes de comunicación, jefes de prensa y demás burócratas que tienen como divisa “llámame luego y un día comemos”.

Piqué y Xavi. Viene esto a cuento porque mientras que las mentes pensantes de la comunicación del Barcelona se desviven para alejar a sus principales estrellas de las salas de prensa, Xavi y Piqué, no tienen el más mínimo problema en acudir a una manifestación como la de ayer en Barcelona y tuitear su presencia en la misma. Ambos eran conscientes de que su presencia en la concentración por el derecho a decidir no pasaría inadvertida y que generará tanta solidaridad como desprecio. Pero lo hicieron. Pensaron por ellos mismos. Y eso, más allá de que uno esté de acuerdo o no con lo que reivindican, es muy refrescante. Nos hace adultos y deja en pelotas a los estrategas de salón.

No hay secretos. Contrasta la valentía de Xavi y de Piqué con la patética actuación del Barcelona hace una semana, cuando trató de esconder la presencia de Messi en un partido de entrenamiento ante el segundo equipo. Leo, se suponía, estaba lesionado y por eso no viajó con Argentina, pero jugó y marcó tres goles. El club lo escondió y desde su securitate vendió que Luis Suárez había marcado dos tantos. Ofrecieron desde su site 24 fotos del partido. En ninguna se veía a Leo. Triste intento de evitar lo inevitable. Los periodistas hicieron su trabajo y le sacaron los colores al club.

El camino más fácil. Me pregunto si no hubiera sido más fácil organizar un acceso a la sesión y que tanto Messi como Suárez explicaran con naturalidad cómo se encontraban y qué pasaba. Seguro que les hubieran criticado, de la misma manera que se criticará a Xavi y a Piqué. Pero por lo menos ellos serían responsables de sus actos.