Casillas, vete ya

El germen malicioso que sembró el anterior entrenador en la portería blanca ha llegado a su punto culminante: un gran sector del madridismo se ha cansado de Casillas y le culpa de los males del club y del equipo. Es evidente que la situación ya no tiene marcha atrás porque Iker anoche no hizo milagros, pero tampoco tuvo responsabilidad directa en ninguno de los goles. Tengo claro que el mejor guardameta de la historia del Madrid no merece ese trato, pero llegado a este punto la cosa sólo tiene una salida: Casillas, vete ya. La situación está enquistada sin solución y un portero necesita confianza y tranquilidad para ser solvente. Eso con el de Móstoles ya es imposible.

Seguramente, el capitán se tuvo que haber plantado mucho antes y haber sido más valiente para salir y evitarse esta situación insólita, pero ya no hay vuelta atrás y lo mejor es una separación definitiva de mutuo acuerdo para evitar que la cosa se ponga todavía más fea. Le echarán de menos, pero es lo mejor.