Insólito: Mateu Lahoz sacó once amarillas

Estaba predestinado que el partido iba a ser trabado y de poco fútbol. Y así fue. En el primer tiempo la labor de Mateu Lahoz fue deslucida por las cuatro tarjetas amarillas. En la segunda sacó siete. De todas ellas, sólo fue discutible la que le mostró a Siqueira cuando hizo el penalti, ya que fue en un lateral del área.

El partido tuvo muy pocas jugadas difíciles de ver. La primera fue en el minuto 3. Raúl García metió la rodilla en el costado de Coentrao en un salto de cabeza. Debió ver tarjeta. La jugada más discutida llegó en el 24’. Siqueira, dentro del área y ante la entrada de Cristiano con el balón controlado, le metió la pierna izquierda obstruyendo su carrera. En la tele pareció muy claro, pero el acierto fue grande en el campo desde el lado en que estaba. Era difícil para Mateu.

En la segunda parte hay que reseñar dos jugadas. Una en el 58’, en el que hubo un agarrón en el área de Coentrao sobre Raúl García, que se tumbó hacia el jugador del Madrid dejándose caer, por lo que no existió penalti. Y en el minuto 60 se pidió penalti de Bale a Raúl Jiménez. Pero fue sólo un forcejeo en el que el mexicano se dejó caer.

Yo sé que Mateu vio la única forma de tener el partido controlado sacando las tarjetas que marca el Reglamento, así que no se dejó nada. En otros partidos, por su buen criterio, no lo ha solido hacer. Pero en esta ocasión supo repartirlas entre los jugadores para que a ninguno le cayese la segunda y le echasen la culpa de cualquier acontecimiento posterior. Pero a la vez, resalto que su arbitraje, como siempre en esta clase de partidos, ha sido sobrio, inteligente y estando siempre encima de la jugada.