El admirable pundonor de Rossi

Llevo ya tiempo defendiendo que el tren del décimo título pasó sin detenerse para Valentino Rossi. No voy a caer en la obviedad de recordar su inconmensurable grandeza como piloto, algo innecesario a todas luces, pero creo que la edad resulta inexorable incluso para deportistas tan extraordinarios como él y cada temporada son más los factores que juegan en su contra. Dicho todo esto, debo reconocer que El Doctor me está sorprendiendo muy gratamente este año: para mí lo más normal hubiera sido que no sólo un imparable Márquez le dejara atrás, también esperaba que Lorenzo y Pedrosa estuvieran claramente por delante. La realidad se está revelando bien diferente y su victoria en Misano es una muestra indiscutible del pundonor del italiano.

A diferencia de su triunfo del pasado año en Assen, en esta ocasión no había ausencias significativas en pista, fue capaz de marcar un ritmo que arrastró a Márquez al error y tampoco Lorenzo tuvo oportunidad de plantarle batalla, condicionado parece ser por una equivocada elección de neumáticos. Es decir, un triunfo con todas las de la ley de un piloto de 35 años que, por ley de vida, debería estar pensando ya más en la retirada que en ganar grandes premios. Por si fuera poco su rendimiento no es nada circunstancial en este Mundial, como avalan sus nueve podios y su tercera posición en la provisional y a tan sólo un punto del segundo que ostenta Pedrosa. Sencillamente prodigioso y para mí, insisto, inesperado. Una magnífica noticia poder seguir disfrutando de su talento único y de su personalidad cautivadora. Larga vida a Rossi.