James Rodríguez está en la búsqueda de su sitio en el desarrollo táctico del Madrid. Ayer pareció encontrarlo, a la vista de su alta producción, tanto en participación en transiciones como en jugadas de ataque. Su colofón fue estar atento en boca de gol para marcar el cuarto tanto de la noche.

James acertó en el 85% de los pases que dio (78 de 91), y recibió 69 balones de sus compañeros, especialmente de Kroos (14) para subir el balón. En este concepto de mostrarse cerca de los delanteros, el colombiano conectó bien con Cristiano (8) y con Bale (11). Aún se espera que también se incorpore un paso más arriba y remate, pues ayer sólo se plantó allí en su gol.

Para el Madrid, la aparición de James Rodríguez en zonas oscuras resulta fundamental. Si se queda pegado a la banda izquierda termina por ahogarse, confuso en las funciones y dejando un terreno ‘muerto’ entre líneas. Ayer se le vio con más libertad de movimientos, dentro de una gran dinámica de movilidad que mostraron también Cristiano y Bale alternando en las bandas para desconcertar a la defensa del Basilea.

Sin ser un partido estelar de James Rodríguez, la buena noticia para Ancelotti y para el madridismo es que en su debut en Champions explotó mejor sus virtudes, participando en más de la mitad de las jugada del equipo (94, el 53%) y en tres de ellas acabando el balón en gol.