Se ha ido Orenga, y ahora tiene que venir su sucesor. La Federación no tenía prisa, pero la renuncia de quien fuera seleccionador precipita los plazos, pues el puesto ya ha quedado libre. Mas hay tiempo. La próxima competición, el Eurobasket 2015, no será hasta el próximo mes de septiembre, y el compromiso es de aúpa. Ya no se trata sólo de ganar o no medalla en el Eurobasket, sino de conseguir la clasificación para los Juegos de Río 2016. Sólo irán los dos primeros del Eurobasket; los cuatro siguientes, a la repesca; el resto, al infierno. Nos jugamos tanto que no conviene precipitarse en la elección, aunque por otra parte tampoco se puede estar esperando hasta el verano a ver qué técnicos se quedan o se han quedado libres.

Vistas cómo han estado las cosas en el Mundobasket, el Eurobasket va a ser un marrón. Seguras van a jugar Francia, Serbia, Lituania, Turquía y Grecia; entre Rusia, Italia, Alemania e Israel, difícil que al menos dos no vayan a estar. De nuestros jugadores, imposible saber si los NBA querrán venir. Un Eurobasket que, además de su trascendencia para los Juegos, resultará extraño al disputarse en Letonia, Croacia, Alemania y Francia. Por las condiciones expuestas, tanto las exigencias como las dificultades serán máximas. Encontrar seleccionador no va a ser fácil. Puestos a elegir, los técnicos prefieren la ACB. No hay presión, es más confortable y, al fin y al cabo, siempre se podrá aceptar el cargo al término de la temporada... si sigue libre.