Twitters bajo custodia judicial y a merced del Ojo de Sauron

Vigilados. Twitter empieza a ser cuestión sospechosa. Lo detecté el pasado martes cuando asistí al juicio por la Acción de Responsabilidad contra la última Junta de Laporta en la Ciudad de la Justicia —que no es donde se reúnen Batman, Superman, Mujer Maravilla, Flash, Aquaman, Linterna Verde, Aquaman y J’oonn J’onzz— sino la sede de los juzgados de Barcelona. Allí, antes de empezar la vista, un grupo de abogados que por número podían ser el elenco completo de los togados de Los Juicios de Núremberg solicitaron al juez que a Javier Faus, vicepresidente del Barça se le retirara el móvil mientras declaraba Rosell. El motivo: “Que no pueda ver el Twitter para preparar sus respuestas y así eliminar el efecto sorpresa”.

Indefensión. Faus entregó su teléfono a la secretaria del juzgado con diligencia. Luego, vista la actuación de Rosell ante los abogados uno se preguntaba qué ventaja podía aportarle al único miembro de la junta que da la sensación de poder hablar y sumar al mismo tiempo la declaración del anterior presidente, pero esos son temas de procedimiento. Impertinentes.

Puertas al campo. Llega el punto entonces en el que uno se plantea que cualquiera que siguiera las cuentas de Twitter de los periodistas, letrados, o público en general presente en la Sala podía enterarse del contenido de la declaración de Rosell y de las preguntas de la defensa. Todo el mundo menos él, que evidentemente, si hubieran tenido la más mínima trascendencia, se hubiera enterado por un camarero, un guardia de seguridad o un telegrama. Lo de vigilar Twitter es poner puertas al campo.

Nervios SA. La comunicación por las Redes resulta más serio de lo que muchos pensaban. Los departamentos de comunicación de los grandes clubs, los gabinetes de relaciones públicas y hasta los jueces empiezan a estar más preocupados de lo que se publica en Twitter que de lo que sale en los medios tradicionales. Cierto es que hay periodistas que tienen más seguidores en Twitter que lectores sus medios.

La Cuenta del Huevo. Todos los periodistas tenemos la sensación de estar observados por el Ojo de Sauron. Esas cuentas con un huevo de avatar que siguen a todos tus colegas, que no ponen tuits y que reportan a sus jefes. Puntualmente.