Dudar de Alonso es de ignorantes

Dudar de Alonso es de ignorantes. Así de simple. Analizando su rendimiento desde que llegó a Ferrari se comprueba que siempre ha estado por encima del nivel de su monoplaza. Ayer lo volvió a hacer en la calificación de un gran premio tan especial como el de Singapur y es muy probable que hoy se repita. Tiene una buena opción al podio y quién sabe si a algo más, porque es capaz de sacar petróleo de un coche que lleva todo el año exhibiendo carencias gravísimas. No siempre puede hacerlo, claro, y hay trazados en los que le resulta imposible neutralizar tanto déficit, pero no es el caso esta vez y durante todo el fin de semana lo ha dejado claro.

En su situación actual ya tiene poco que perder, así que saldrá a tope. Ésa es otra de las cualidades valiosas del asturiano, que nunca se rinde incluso cuando estaría legitimado para hacerlo. En una temporada nefasta, viviendo otra decepción con su equipo, sigue dándolo todo, como el primer día en que llegó a Maranello. De ahí que en Ferrari continúen aferrándose a su talento como única tabla de salvación y los seguidores de la Scuderia asumen que sólo podrán disfrutar de lo que les regale el piloto, no el equipo. Ojalá hoy sea uno de esos domingos en los que su magia deslumbra.