F. J. González

En México ven en él al hombre ideal

Hace años era una tragedia que una hija de la familia se enamorara de un futbolista. En los 70 fue célebre en mi barrio el caso de un delantero de moda que cortejó a la mayor de las herederas y recibió como respuesta un baño de agua helada y una maceta. Su Julieta fue enviada a vivir con unos tíos. El futbolista, entonces, era considerado un paria. Los años han cambiado las circunstancias y la mentalidad.

Chicharito es el prototipo de yerno perfecto. Difícilmente hay alguien más dedicado, más familiar, más preparado y transparente que él. Vive alejado de los escándalos, pero cercano al gol cuando juega. Su abuelo, legendario jugador de Chivas, hizo yerno a otro futbolista, El Chícharo, que era rápido y hábil como nadie. Entre él y otro extremo, Fernando Sánchez Limón, hicieron máximo goleador al Oso Salazar. Esa familia está llena de buenas personas que han dedicado su vida al fútbol. Chicharito no es diferente. Posee olfato, valores y constancia. Hay chicas en México que reciben las noticias de sus goles como si fueran cartas de amor; esperan su gol como se esperaba una serenata. La diferencia es que sus padres lo festejan con ellas porque gente como el Chicharito es un ejemplo, aunque sepan que jamás tocará en su puerta.

F. J. González es vicepresidente de contenidos de Televisa.