Blatter, Platini y los fondos de inversión

Blatter y Platini, que están siempre dándose patadas en las espinillas, se han puesto de acuerdo en algo: en atajar la escalada de los fondos de inversión en el fútbol. Villar también está en la misma idea, y como España es uno de los lugares en que más presencia tienen, algunos piensan que ha sido él quien ha metido los perros en danza en la FIFA y en la UEFA. Lo de los fondos ya saben ustedes lo que es: organizaciones financieras que compran una parte o el todo de la ficha de un jugador. Eso permite a clubes sin recursos hacerse con jugadores por encima de sus posibilidades financieras. Pero pierden autonomía.

Blatter define los fondos como ‘compañías opacas’ que se llevan los jugadores de un lado a otro en busca de beneficios sin ningún criterio deportivo. El club que está en manos de un fondo a la hora de decidir sobre la permanencia o traspaso de sus jugadores es menos que un club. Es un asunto antiguo, nació en Argentina y Brasil hace ya unos treinta años, pero se ha ido haciendo cada vez más presente en Europa. Particularmente en España y Portugal, pero no sólo. El superagente Jorge Mendes, sobre cuyo poder recelaba hace poco ‘The Guardian’, ha contribuido mucho a su expansión.

Pero el modelo tiene su lado bueno. El Atlético no hubiera podido situarse tan cerca del Madrid y el Barça sin ese apoyo. Ni muchos otros clubes españoles podrían tener los jugadores que tienen. Los fondos mitigan algo el abismo en derechos de televisión en España, peculiaridad de este país. De ahí que aquí hayan crecido tanto. Quitarlos desequilibraría el sistema más de lo que está. Quizá lo ideal fuera una regulación consistente en que el fondo recupere su inversión en las plusvalías de los traspasos, pero sin derecho a decidir sobre ellos. Una regulación, en fin, que preservara la soberanía del club.