Márquez se la está jugando

Hasta hoy he arriesgado al cien por cien, pero ahora el comodín está gastado y me pondré a pensar en el campeonato”. Son las palabras de Márquez tras su caída en Misano. Una declaración de intenciones, que no de realidades. Marc es un pura sangre y el corazón le puede más que la cabeza. Ni las primeras vueltas que hizo, ni la decisión de seguir en mojado con slicks tienen que ver con lo de pensar en el Mundial. Por esa cabeza no pasa lo de ser segundo o tercero, sólo le vale ganar. El título lo tiene fácil con tres carreras de ventaja, pero cuidado. Lleva dos avisos muy serios (4 puntos por los 45 de Lorenzo) y está tentando demasiado a la suerte. Quizá debería charlar con Mick Doohan para que le explique cómo perdió el título en 1992 frente a Wayne Rainey.

La carrera la ganó Lorenzo con todo el merecimiento. Se fajó con Márquez y Pedrosa con una Yamaha que ni está ni se la espera. Muy flojita la temporada de la M1. Jorge demostró que en esto de las motos una buena cabeza puede compensar otras carencias. Su decisión de parar, frente a la apuesta kamikaze de Márquez y Pedrosa, le supuso la primera victoria de la temporada. Ha tenido que ser muy duro estar 322 días sin ganar. Pero la sorpresa del día la ha dado otra vez Aleix Espargaró. Quedar segundo con ese trasto en esta categoría era científicamente imposible. Merece una moto oficial ya mismo, aunque sea por Decreto Ley. Y vaya para Valentino Rossi todo el ánimo del mundo. ¡Qué vuelco nos dio el corazón! Lo suyo es de otra galaxia.