Es lógico que el United añore a Cristiano

Diez goles en las seis primeras jornadas lleva Cristiano, un arranque bestial que nos ha llevado a hurgar en la historia. Ni siquiera Messi en su mejor año tuvo una salida de Liga así. Son números de otra época. Pahíño lo hizo en la temporada 54-55. Es el referente más próximo, y ya ven que hablo de sesenta años atrás. Antes hubo hasta registros mejores. Doce de Mariano Martín, un palentino del Barça, fenomenal, ya olvidado. Once del herculino Vilanova y del atlético Pruden. Y cuatro goleadores más, Kubala, Arza, Campanal y Esteban Echevarría igualan los diez. Todos ellos entre la 39-40 y la 53-54.

Conclusión: el de Cristiano es un registro de otra época. El fútbol ha ido perdiendo goles, y aunque no esté en este momento en su punto más bajo (hemos tenido ‘pichichis’ con catorce goles en Liga de 30 partidos) los promedios de hoy son bastante más bajos que los de aquel lejano registro de Pahíño. Para entendernos, digamos que en el Mundial de 1954 el promedio de goles por partido fue de 5,38. En el último Mundial, fue de 2,67. La Liga española nunca alcanzó un promedio como el de aquel Mundial, pero pasaba con frecuencia de los cuatro goles por partido. Ya no se acerca a los tres.

Este ritmo frenético de Cristiano, que parece que Messi ha renunciado a seguir y ya mezcla sus facetas de goleador y pasador, tiene eso de excepcional: que no es de este tiempo. Desde aquella marca de Pahíño hemos tenido aquí a verdaderos genios del gol, desde Puskas a Messi, pasando por todos los que ustedes quieran poner. Que Cristiano consiga estos registros entre las estrecheces tácticas de este tiempo habla de su excelencia como rematador. Con las dos piernas, con la cabeza, desde lejos, llegando ante el portero. Y con penaltis y faltas. Un goleador formidable. No extraña que el United le añore.