Mundial va, Mundial viene

Acabó el Mundial de ciclismo en Ponferrada, y ahora viene el de patinaje en Reus. Ya se celebraron los de baloncesto en Granada, Las Palmas, Sevilla, Bilbao, Barcelona y Madrid, tiro en Granada, vela en Santander y escalada en Gijón. Celebramos más Mundiales ahora que cuando Madrid era candidata olímpica. Lo de entonces tenía justificación. Era la única manera de traer a los miembros del COI para hacerles la pelota. Pero ahora no hay nada a la vista y seguimos ahí. Incluso pedimos más. El Mundial de atletismo de 2019 para Barcelona y el de baloncesto femenino de 2018 sin ir más lejos. Sorprende el de atletismo, porque se trata de una competición a la baja, como se vio en la última edición de Moscú, donde había mucha grada vacía.

El documento que se elevó al Consejo de Ministros para que aprobara las garantías solicitadas por la IAAF, habla de que el Mundial de atletismo tiene una audiencia de 6.000 millones de telespectadores, cifra exageradísima, porque eso supone que lo ven el 84,5% de los habitantes de la Tierra. El de Moscú en España tuvo una audiencia ínfima, y TVE los ofreció a última hora gracias al patrocinio de Cárnicas Serrano. El vender humo tiene peligro. Se ha visto en Ponferrada. El alcalde hablaba de 300.000 visitantes, y luego fue un fracaso de público. Pues el de atletismo ya ha colado. El gobierno se ha comprometido a “contribuir al coste financiero de la organización y mejora de las infraestructuras” que necesite Barcelona. Una liada más de Odriozola.