Hay que reconocer que nuestro admirado Cristiano no está teniendo suerte con las lesiones. Cuando no es una cosa es otra y así llevamos arrastrando dolencias físicas unos cuantos meses. A pesar de todo, su rendimiento deportivo siempre está en lo más alto. Ayer no se estrenó con el equipo, pero esto ya va siendo una costumbre, algo que no pilla por sorpresa a nadie. El problema actual es una pequeña herida abierta a nivel del tendón de Aquiles.

No es una lesión importante desde el punto de vista médico, pero sí es una lesión molesta. Las peculiaridades de la zona anatómica, donde la piel se estira y encoge constantemente por los movimientos de dorsiflexión del tobillo y el rozamiento de los calcetines y medias, dificultan en alto grado la normal cicatrización de la herida. Esto provoca molestias y, sobre todo, riesgo de infección a pesar de las curas y medidas antisépticas que se realicen. De ahí las precauciones que tienen en el cuerpo médico y el técnico de que se entrene en solitario para evitar contactos innecesarios, que retrasarían la curación de la herida.