José Luis Sáez

Una medalla que nos sabe a oro

La Selección femenina ha conquistado una plata que nos sabe más a oro que nunca y de la que el baloncesto español puede sentirse orgulloso, porque se ha conseguido gracias a un magnífico grupo humano que en el Mundial de Turquía ha mostrado al mundo el espíritu de equipo que une a nuestro baloncesto. Esta plata es un éxito de todos los estamentos que trabajan con pasión para el baloncesto femenino, una estructura con sólidos cimientos que impulsa el desarrollo y el crecimiento de las jugadoras desde las edades más tempranas.

Ser subcampeonas del mundo es el mejor reflejo posible de un deporte que se ha consolidado como el de mayor número de licencias femeninas en España, que exporta jugadoras y entrenadores a las mejores ligas y que en la última década ha subido al podio en 40 ocasiones. Por todo ello la política de la FEB seguirá siendo la de potenciar nuestro baloncesto, en base a un programa integral y no sólo deportivo, Universo Mujer, que tendrá como uno de sus puntos fuertes la preparación de la que queremos que sea la mejor candidatura posible a la organización del Mundial 2018. Un nuevo reto al que aspiramos tras la conquista de una medalla que no es el final de ningún camino sino el comienzo de una nueva ilusión.