Mourinho puede estar tranquilo, al menos en parte. Si Diego Costa se lesionase con la Selección, el Chelsea tendría al menos una compensación económica, según el llamado Plan de Protección de Clubes, sobre el que Maroto se extiende en esta edición. Básicamente, un seguro pagado por FIFA y UEFA, como compensación a los clubes para el caso de lesión de un jugador en su selección. Es justo y necesario. A los jugadores les pagan, cuidan y entrenan los clubes, pero de cuando en cuando, esta semana, por ejemplo, se quedan sin ellos. Se los llevan las federaciones. Hay un lucro cesante... y algo más.

Ese algo más son las lesiones, por las que hasta no hace mucho no se obtenía compensación. Aún recordarán ustedes el clamor del Atlético cuando Maxi Rodríguez se rompió el ligamento por el mal estado del campo en el estreno de la Nueva Condomina, en un España-Argentina organizado entre una red de favores. Al final, algo le dieron, pero poco. Los clubes reclamaban desde hace tiempo compensaciones serias. Un problema era que federaciones del mundo económicamente débil no podían hacer frente a eso. La FIFA y la UEFA crearon este seguro ya en 2012. Entró en vigor en septiembre.

Las cuentas de la FIFA y la UEFA nunca están del todo claras, y no esperen escrupulosa transparencia en sus decisiones. Pero hágase el milagro y hágalo el Diablo, se decía. El fútbol de selecciones y el de clubes son necesarios ambos y bueno es que se limen los problemas. E igual que se están adaptando los calendarios (estas ‘interrupciones- FIFA’ antes acababan el martes, ahora el lunes o incluso el domingo) se cuenta ya con un seguro serio, que puede alcanzar los 20.575 euros diarios para caso de lesión. Seguirá habiendo fricciones y ‘mourinhos’ que se quejen, pero las cosas van a mejor.