Maroto le pregunta hoy en AS a Del Bosque todo lo que le preguntarían los aficionados, desde el más indignado hasta su máximo defensor. Una entrevista completa y oportuna con la distancia suficiente al Desastre de Curitiba y con cuatro partidos ya jugados, tras esa dolorosa y temprana eliminación del último Mundial, que dejan ya conclusiones, dentro de la ambigüedad habitual del seleccionador, que sabe utilizar la frase intermedia a la perfección. Del Bosque da a entender que Casillas tiene complicado llegar a la Euroco2016 de Francia, al menos como titular. Y parece decir que después de esta Eurocopa dejará su cargo. No es cuestión de incidir otra vez en que lo mejor que podía haber hecho era marcharse después de haber desarrollado la máxima expresión de la maravilla del tiqui taca en la final de Kiev ante Italia. No ve oportuno compararse con Orenga y Moyá, que son casos diferentes, porque ellos no ganaron un Mundial.

La bula por la inolvidable victoria mundialista y por el triunfo en la Euro 2012 ya se le ha acabado. Desde la eliminación en el segundo partido de Brasil 2014, el salmantino ha pasado a ser un seleccionador más, con lo que ello conlleva. Es el cargo que más críticas, y más crueles, recibe. Lo de que hay 46 millones de seleccionadores es una realidad. Y cada tropiezo, que no debe haber muchos, le van a atizar fuerte como hicieron con Kubala, Muñoz, Suárez, Clemente, Camacho, Sáez o Aragonés. Sabes muy bien cómo funciona esto, Vicente.