Valentino Rossi es el primero de los mortales

No lo tiene hecho, desde luego, pero a falta de sólo dos carreras para la conclusión del Mundial, Valentino Rossi está un poco más cerca de convertirse en subcampeón de MotoGP. Es decir, el primero de los mortales por detrás de ese huracán que se llama Marc Márquez (indiscutible que hubiera ganado en Australia de no haberle traicionado, como a tantos otros, la adherencia del neumático delantero de su Honda). Y si el resultado en sí mismo es positivo para cualquier piloto, al margen de que todos quieran ganar, parece especialmente meritorio en uno que debería estar ya más pensando en la retirada que en ser campeón. Porque en un escenario imaginario de que Marc no existiera, el décimo título de El Doctor podría estar al caer...

Lo interesante del asunto es saber de dónde procede la motivación de Rossi, no tanto ya por el factor de la edad sino quizá más por su permanencia en el certamen. La próxima será su vigésima temporada en los grandes premios, en Phillip Island ha disputado su carrera número 250 en la categoría reina, lleva 108 victorias mundialistas... ¿Cuál es su secreto? Pues diría que simplemente lo que salta a la vista: que sigue disfrutando de lo que hace. No, evidentemente, del mismo modo que al llegar al Mundial en 1996 siendo un adolescente pero sí con una intensidad que le permite mantener el nivel, físico y mental, cuando el reloj biológico debería indicar otro cosa. Y para los aficionados es un auténtico regalo continuar disfrutando de un talento como el suyo.