P. P. San Martín

Visitar a los ‘reds’ no es un mal trago

Pasar por Anfield antes del Clásico debería ser más que una molestia para cualquier equipo terrenal. No para el Real Madrid. No para un conjunto que suma treinta goles en ocho partidos de la Liga BBVA y otros siete en dos de la Champions. La apisonadora se presentará en Liverpool en plenitud, sin miedos ni reservas con vistas al Barça. Ancelotti tiene equipo, tiene método y también fondo de armario. Si no juega Bale, Isco lo mejora; si no aparece Benzema, Chicharito marca; si Ramos es baja, Nacho cumple... La plantilla blanca es potente, competitiva y además lo hace bonito. Visitar a los ‘reds’ no es un mal trago.

No es una exageración que Brendan Rodgers haga un elogio universal de este Madrid. Pocas veces se ha visto un bloque que ofrezca semejantes prestaciones y, a la vez, que disponga de individualidades tan excepcionales. El equilibrio en la explotación de tantas virtudes da como producto final un equipo con garantías de firmeza atrás y pegada brutal. Lo normal es que en Anfield reciban con preocupación a los blancos, después de caer ante el Basilea (1-0) en el último partido de Champions y de ganar con serias dificultades al Ludogorets (2-1) en la primera jornada europea. Es posible que la sufrida victoria de ayer ante el QPR revitalice a los reds, pero quizás no sea suficiente ante la amenaza que se les viene encima. El Madrid ha despegado con su bombardero camino del Clásico. A ver quién le para.