Messi: la única vez que pudo marcharse fue al Inter cuando tenía 18 años

Un década con Messi. ¿Se imaginan que Xavi o Iniesta no hubieran podido pasar nunca el balón a Messi? ¿Qué hubiera sido del Barça y Guardiola si Leo hubiera jugado en otro club? Ahora que se celebran diez años de su debut, si se animan podríamos hacer un poco de fútbol ficción. Desde que llegó al Barcelona con doce años y en cada una de sus temporadas en la Ciudad Condal, clubes de todo el mundo se han interesado por él. Vayamos por partes.

La famosa servilleta. Desde que Charly Rexach se dio cuenta de que valía la pena quedarse con Messi, tras una prueba que impresionó a todos, y hasta que finalmente firmó su primer contrato, pasaron varios meses. Por el camino se firmó la famosa servilleta que los Messi nunca han visto y, ante la lentitud de la respuesta del Barça, el Madrid y el Atlético, a los que les habían llegado noticias de la aparición de un chavalín argentino muy bueno, hicieron llamadas a su representante. Finalmente los Messi aterrizaron en Barcelona y todo se solucionó.

Inyecciones. Bueno, casi todo. Al principio el directivo Joan Lacueva tuvo que pagar de su bolsillo las primeras inyecciones del tratamiento de hormonas porque el club andaba despistado con una situación nueva (la del aterrizaje de un argentino de 12 años) que no sabía bien cómo tratar. Otros problemas burocráticos (y un par de lesiones) complicó su vida en sus primeros meses en Barcelona.

Trío mágico. Pero con 16 años, en el famoso Cadete A en el que también jugaba Piqué y Cesc, ya había encauzado su carrera. Ahí se acercó el Arsenal que pretendió fichar a los tres. En un torneo en Lloret de Mar en el que Piqué no pudo jugar, el ojeador del club inglés, Francis Cagigao, se quedó impresionado con lo que vio: buscó infructuosamente un representante de la Pulga al que finalmente localizó meses después. Y el Arsenal le hizo una oferta. No se concretó, pero de Wenger llegó un mensaje: “Si alguna vez nos necesitáis, ahí estaremos”.

El Inter. Joan Laporta cree que la única vez que Leo estuvo a punto de marcharse fue cuando, con 18 años, le llegó una oferta astronómica del Inter. Joan le dijo a Jorge Messi: “No podemos ofreceros tanto dinero, pero aquí os aseguramos gloria y cariño”. El Real Madrid, que estaba al corriente de la oferta del Inter y de una posible marcha, siempre ha estado muy encima, en especial durante la época de Jorge Valdano como director deportivo.

Cesiones. Tras debutar con el primer equipo, el Barça pensó en cederlo y se interesaron el Zaragoza, el Espanyol (Zabaleta hacía de intermediario) y docenas de equipos españoles y extranjeros. Capello, entonces en la Juve, también le quiso cedido y se lo pidió sobre el césped a Rijkaard durante un Gámper. ¿Se lo imaginan con cualquier otra camiseta?