De las alternativas que puede plantearse Fernando Alonso tras su salida de Ferrari, la del año sabático siempre me ha parecido la menos realista. Sueña con Mercedes (como cualquier piloto en estos momentos, claro está) y posiblemente tenga que conformarse con McLaren, que siempre será más interesante desde todo punto de vista que verse alejado de los grandes premios, incluso de forma temporal. Sé que otros pilotos hicieron antes este paréntesis con éxito en la Fórmula 1, pero también creo que el campeonato es ahora diferente al de aquellos años.

El interés manifiesto del asturiano por las 24 Horas de Le Mans ha alimentado todo tipo de especulaciones al respecto. Era previsible que cualquiera de las poderosas marcas oficiales implicadas en el mítico certamen de resistencia se interesaría por un piloto de su enorme categoría, un volante desde luego que no le iba a faltar. Sin embargo, pienso que la legendaria carrera de resistencia puede esperar para Alonso. Tiempo tendrá de afrontar este nuevo desafío y entonces tampoco tendrá problema para encontrar un coche competitivo. A día de hoy la Fórmula 1 sigue siendo su prioridad y pronto lo va a demostrar.