El problema son los tenistas

Los tenistas españoles andan revueltos con la capitanía de Gala León. No debaten su condición de mujer (y si lo es se lo callan); debaten su capacidad para el cargo (eso parece). Pero ese no es el problema. El problema es que ellos no quieren ir a la Davis. Alguien se tendría que sentar con los jugadores y dejar las cosas muy claritas. Nadie se atrevió a hacerlo en su día, y de esos barros vienen estos lodos. Nadal, Ferrer y compañía han hecho mucho por la Davis. Es justo decirlo y así se les reconoce. Pero eso fue antes, cuando las eliminatorias venían de cara; alcanzar la final no era ningún sueño, porque la mayoría de los enfrentamientos se disputaban en casa. En los dos últimos años la cosa ha cambiado y los jugadores se borran.

De otra manera no se explica que en las cuatro últimas eliminatorias haya habido que tirar de ¡once jugadores! A saber: Marc López (3 eliminatorias), Bautista (2), Verdasco (2), Marrero (2), García López (1), Ramos (1), Granollers (1), Robredo (1), Nadal (1), Feliciano (1) y Andújar (1). ¿Y Ferrer? Ferrer no juega la Davis desde el 18 de noviembre de 2012. Corretja y Moyá, que han sido en el tenis más que todos los citados a excepción de Nadal, han tenido que hacer encaje de bolillos para formar los equipos. Todos distintos en los dos últimos años. Los jugadores, está claro, no quisieron saber nada. Debieron echar a los chinos quiénes iban. Pues que lo digan y entonces no hace falta Gala León ni el sursuncorda.