El Tour se españoliza

Lo dice Ezquerro en su crónica a la vista de lo que vio en París. El Tour ha apostado por el espectáculo y copiado el modelo de la Vuelta: poca crono y mucha llegada en alto. Si a Froome no le gusta, qué le vamos a hacer. Pero a Contador, Nibali y Quintana, sí. Tampoco se va a hacer un recorrido a la medida de Froome, quien al fin y al cabo sólo tiene una grande: el Tour de 2013. Poca cosa al lado de Contador y Nibali, que son dos de los seis únicos corredores de la historia que han ganado las tres grandes. Quintana, por su parte, también es alguien. Nada menos que el corredor del futuro tras haber sido segundo en el Tour con 23 años y ganador del Giro con 24. O sea, que si Froome se borra, allá él. Pero como gane el Giro, ya veremos.

El desafío de subir al podio en las tres grandes sigue ahí, aunque sólo Contador lo tiene en mente. Contador va a correr el Giro. Froome parece que también, tras el guiño que le hizo ayer después de conocer el recorrido del Tour. Si los dos hacen podio en el Giro, el primer paso para hacer historia estará dado. Contador querrá después dar el segundo en el Tour. ¿Le va a dejar Froome el camino libre y renunciar él mismo a lo que puede ser una proeza? Cuesta creerlo por mucho que el trazado no sea de su gusto. Estamos, pues, ante una temporada apasionante en la que el Tour se ha atrevido a saltarse su guión habitual. Han sido listos los franceses. En vez de cortar las alas a la Vuelta, de la que son dueños, han cogido lo mejor de ella.