¡Cuánto hemos cambiado en el Mundial de motos!

Durante mucho tiempo, España fue un país de pilotos de categorías pequeñas en el Mundial de motos. Ya a finales de los 80 llegaron los primeros títulos de Sito Pons en 250cc y hubo que esperar hasta 1999 para que Álex Crivillé abriera el tarro de las esencias con ese primer título de 500cc. Ha sido una evolución imparable y desde luego valiosa, porque casi de forma paralela el certamen modificó sus planteamientos para dar un mayor protagonismo a la clase reina, más concretamente desde que las ‘quinientos’ con motor de dos tiempos dejaron paso a las poderosas MotoGP de cuatro tiempos con mucha más cilindrada y potencia. Es decir, el motociclismo español ha sincronizado su progresión a la del Mundial.

Tanto es así que el próximo año se producirá un fenómeno inédito: habrá más pilotos nacionales en la categoría superior que en las otras dos. En concreto, los ocho españoles de MotoGP superarán en número a los siete de Moto2 y a los únicamente cinco de Moto3. Un cuarto de la parrilla de la clase reina copada por un mismo país es ya de por sí algo extraordinario, pero remontándonos a la situación previa de España se antoja casi como milagroso. Es mucho más que un simple dato estadístico, supone el fiel reflejo de cuánto hemos cambiado en este deporte y de lo acertado de las políticas de promoción que han facilitado tal fenómeno. Felicitémonos por ello y disfrutemos del momento, porque algún día las cosas podrían ser distintas.