Los 4 fantásticos y el dúo dinámico

¡Enhorabuena! Si estás leyendo esta columna eres un privilegiado. Te gusta el fútbol y por tanto vas a vivir el Clásico con la tremenda emoción que transmite un partido así. Seas del equipo que seas, disfrútalo como lo que es, un acontecimiento mundial, único. Y lo tenemos aquí, cada año, con los mejores futbolistas del planeta. ¿No es para emocionarse? Deja que las mariposas vuelen en tu estómago.

Los cuatro fantásticos. Hace muchos años que no recuerdo un centro del campo del Real Madrid con tanta calidad como el que forman Modric, Kroos, Isco y James. Los cuatro tienen desborde en el uno contra uno, se mezclan, tocan, pasan, llegan… ¡Y los cuatro tienen gol! Si Carletto, como parece, consigue que Isco y James se sacrifiquen y defiendan estamos ante un medio campo temible. Volverá Bale y tendrá que jugar, pero todos sabemos que con estos cuatro peloteros en el centro el equipo tiene más equilibrio y un juego más lucido, con temple y mando. Ese dominio exquisito que también gusta mucho en el Bernabéu. Que no todo es una buena estocada, la faena también importa. Los Cuatro fantásticos marcarían época en cualquier equipo del mundo.

El dúo dinámico. Tras un año jugando y entrenándose juntos, Messi y Neymar han llegado a su mejor momento como pareja. Hasta los genios necesitan un tiempo para conocerse y adaptar sus dinámicas de juego. El brasileño ya sabe dónde tiene que correr cuando Leo tiene la pelota y a qué velocidad tiene que hacerlo para que Messi se la ponga ahí. Cuando Leo arranca y acelera con el balón pegado al pie, ya sabe que Neymar estará buscando velozmente un espacio. Son rutinas geniales, al alcance sólo de futbolistas extraordinarios. Se nota un feeling especial en la conexión de estos dos maravillosos jugadores, que por sí solos pueden sostener cualquier equipo y derrumbar a cualquier rival.

Los entrenadores. Carletto El tranquilo va camino de entrar en el santoral madridista. A la entereza con la que afronta los problemas deportivos que le presentan (te vendo esto y te compro aquello) y a su capacidad para encontrar soluciones tácticas, ha añadido su flema y corrección en las declaraciones. Lo último lo dijo en El Larguero: “Nunca entrenaría al Barça, respeto a mi club”. A pesar de que el Barça no va mal, Luis Enrique tiene el doble de arrugas que hace tres meses. Lucho sufre más en una rueda de prensa que en un partido. Lo del nocambio de Messi, una anécdota, debió explicarlo con naturalidad: “Si Leo prefiere seguir, sigue, y ya está”. ¿Quién le iba a rebatir ese argumento? Pero se enfangó con la prensa y lo agrandó.

El árbitro. Gil Manzano, 30 años, y va a dirigir el partido más difícil del mundo. Y hay unanimidad sobre lo preparado que está para hacerlo. Suerte. ¡Viva Extremadura!