La expansión mundial del madridismo es imparable. Triunfos tan convincentes como el del Clásico del sábado se convierten en un cheque al portador que garantiza el crecimiento del sentimiento blanco por los cinco continentes. Hechos y no palabras, que diría Ramón Mendoza. Esta página refleja la euforia generada por la exhibición del equipo de Ancelotti ante el envejecido y previsible Barça de Luis Enrique. Desde Indonesia, pasando por Atlanta, dando una vuelta por Nicaragua, haciendo escala en Bélgica y hasta parando en un sitio tan exótico como Isla Margarita, todos bailaron merengue al son de la música de los goles de Cristiano, Pepe y Benzema.

El mundo entero está partido en dos a nivel futbolístico. Vayas donde vayas ves camisetas del Madrid y del Barça. Lo importante es que la tendencia ha cambiado a favor de los inquilinos del Bernabéu. De los últimos doce Clásicos, el Madrid ganó seis y los azulgrana sólo tres. Esto refleja que desde la marcha de Guardiola la presunta superioridad barcelonista en el juego es sólo un vestigio del pasado. Incluso, en el último año de Pep, el Madrid le quitó la Liga a lo grande con récord de puntos (100) y de goles (121) y con un Cristiano imperial. El mundo entero se rinde al Real Madrid...