Estaba más nervioso que él...

Parece mentira que hayan pasado ya 20 años del debut de Raúl en Primera. Tengo el recuerdo fresquísimo. Éramos uña y carne, y habíamos ido superando juntos las diferentes categorías y obstáculos en la cantera, hasta ese momento en el que el señor González derribó la última puerta de una patada. Aquello me hizo pensar que si él lo había conseguido, yo también podría ser capaz de cumplir el sueño. Lo viví escuchándolo por la radio, ya que por aquel entonces no todos los partidos del Madrid se televisaban y seguramente más nervioso que él. Casualmente es un partido en el que falla unas cuantas ocasiones de gol, algo rara vez visto en su carrera.

Raúl siempre fue, es y será un depredador del área rival. Sus recursos para llegar al gol son infinitos. Pero no sólo es eso. Es con toda seguridad, el jugador más inteligente e insaciable que vi en un terreno de juego. Un competidor feroz e incansable. Un ganador nato. No te das cuenta de su magnitud hasta que compartes césped a su lado. A pesar de aquel día en Zaragoza con poco acierto, Valdano mantuvo la confianza en él y el resto de la historia ya la conocemos. Sus números son increíbles así como lo es su aportación a los equipos en los que ha militado. Su recuerdo perdurará para siempre con letras de oro en la historia madridista. Quizá se nos fue demasiado pronto; aún tenía cosas que aportar. Eligió otro camino y hoy sigue disfrutando de lo que más le gusta, jugar al fútbol. En un futuro estará de vuelta. Es su casa y es donde debe estar.