Los ocho apellidos vascos de Garitano y el milagro naranja de Rufete

Ideas. El Eibar impresiona y la LFP no se olvidó de los armeros en octubre. Eneko Bóveda, su modesto lateral derecho, ha compartido sitio en el once ideal de octubre con Cristiano y Neymar. A sus 25 años, llegó a ser convocado hace cinco años con la primera plantilla del Athletic, que ahora se plantea repescarlo porque acaba contrato en junio. Sus referentes son Iraola y Sergio Busquets. Eneko es uno de los peones de Gaizka Garitano, entrenador singular del que, para explorar su personalidad, resulta interesante extraer una entrevista que le realizó Público el mes pasado. En ella, recitaba sus ocho apellidos vascos (Garitano, Aguirre, Urkizu, Asla, Zubikarai, Madariaga, Garraminia y Arteche) y confesaba que hubiese sido bertsolari (algo así como un poeta de calle) de no haber sido futbolista y entrenador. Licenciado en periodismo, aboga con determinación por la independencia de País Vasco pero, como en la película, no le extrañaría acabar en el sur.

Milagro naranja. Sin acaparar el mismo foco que Peter Lim o Nuno, crece la figura de Rufete (1976), que aterrizó ahora casi hace un año con el Valencia a tres puntos del descenso y en plena crisis institucional. Lo hizo con dos ideas: regenerar un vestuario acomodado e implantar un leit-motiv: “El estatus se gana día a día”. Después de 27 operaciones entre entradas y salidas con un saldo positivo de 12 millones de euros, consiguió su objetivo: el Valencia se proclama la segunda plantilla más joven de Europa y ya tiene un líder en el vestuario: el argentino Nicolás Otamendi. Con más de doscientas personas en su parcela, Rufete se fijó una aspiración con Salvo: contarle cara a cara a cada jugador qué se esperaba de ellos en el Valencia: “Volver a hacer un club grande”.

Bienvenido, galgo. Unos 22.000 usuarios de la red retuitearon o hicieron favorita esta frase de Jonas Gutiérrez: “Hoy me dieron el alta médica”. El anuncio del exjugador del Mallorca, al que sorprendentemente el Newcastle comunicó que tendría que buscarse equipo cuando se le diagnosticó que sufría un cáncer testicular, recibió la atención incluso del presidente de la FIFA, Joseph Blatter, que no se olvidó del argentino: “Tu alta es una gran noticia para los que amamos el fútbol”. Buen detalle del jefe del fútbol. El regreso de Jonas es la noticia feliz de la semana.