Alonso ha elegido la mejor opción posible

La decisión de Fernando Alonso se ha demorado más de lo previsto porque tenía una papeleta complicada. Eran muchos los flecos pendientes, varios los aspectos que tendrían una influencia determinante en su futuro, como para precipitarse. Debía resolver su situación contractual con Ferrari, descartar definitivamente cualquier posibilidad de recalar en Mercedes, disfrutar de las garantías técnicas suficientes con la nueva unidad de potencia de Honda y llegar a un acuerdo con McLaren en detalles como la duración del acuerdo o su remuneración. Y todo intentando minimizar el margen de error, porque éste puede que sea el último contrato de su trayectoria en la Fórmula 1 (no así como piloto, está claro que le veremos algún día en las 24 Horas de Le Mans).

El tiempo, sin embargo, corría en su contra por mucho que él mismo haya asegurado que no tenía prisa alguna, que nadie le apremiaba. No podía mantener a tantas partes en vilo durante mucho más, de su elección dependían otras asociadas y a dos semanas de que acabe el Mundial era ya momento de aclarar las cosas. Así que ha elegido la mejor opción de las disponibles, volver a Woking es sin duda lo más inteligente una vez que las puertas del equipo de moda están cerradas, imposible que Hamilton piense en separarse de un coche tan hegemónico como el que ahora pilota (salvo que en la carrera final de Abu Dhabi se organice un escándalo de dimensiones monumentales en la lucha por el título con Rosberg). Se trata de un destino de prestigio, con un socio tecnológico que también lo tiene, disfruta de unas condiciones económicas inmejorables y sólo queda esperar que la ambición de todos convierta a este proyecto en ganador. Y salir de ese infierno rojo de Maranello ya es un buen comienzo…