Yo me hice del Madrid por Pirri...

Cuando yo era un crío de diez años vi junto a mi padre el resumen de la jornada de Liga en el Estudio Estadio de la época, que por entonces se emitía los lunes. El Madrid había empatado en el descuento un partido heroico en el campo del Betis que llegó a tener perdido. El autor del gol salvador fue Pirri con un gran remate en plancha de cabeza. Me giré hacia mi padre y le dije: “Papá, este Pirri es un jabato. Nunca da un partido por perdido. Me gusta ser del Madrid gracias a él”. Mi padre asintió orgulloso porque en ese momento era consciente de que el madridismo de su hijo no corría peligro gracias al siete pulmones ceutí.

Medio siglo después todo sigue igual, afortunadamente. Pirri debutó en un Clásico ganando 4-1 al Barça y hace dos semanas el Madrid de Cristiano, Casillas e Isco casi repitió resultado ante el eterno rival. Esa similitud numérica nos sirve para valorar que el Madrid siempre está ahí. Ahora es Sergio Ramos el que se viste de Pirri, pero el espíritu y el ADN madridista continúa inalterable. Jugadores comprometidos, que se parten el alma siempre por defender el escudo del club más grande de todos los tiempos. Pirri fue de los que puso la semilla y sus herederos siguen dibujando esta maravillosa historia...