Del Bosque, Luis Enrique y Mourinho

Este curso de la Selección se abrió con un endemoniado incidente, el de Piqué. Previamente al amistoso en París que, francamente, apetecía poco tras el apaleo del Mundial, el central habló con Del Bosque y le dijo que le dolía la cadera. Y Del Bosque no le metió en la lista que dio ese viernes. Pero hete aquí que Luis Enrique sí contó con él para el partido de Liga de ese fin de semana, haciendo además un énfasis quizá innecesario en que le veía muy sano. Cuando el lunes la Selección se juntó sin Piqué y tras haber jugado este su partido sin incidencias, Del Bosque quedó inevitablemente desairado.

Hay quien conecta ese escaqueo de Piqué con las presiones de Mourinho para que no juegue Diego Costa. Maroto hasta lo llama ‘cláusula Piqué’. El caso es que Diego Costa se saltó el segundo partido en esa concentración, por unas molestias que no han resultado graves. Ahora, Del Bosque no le ha llamado, entendiendo que el jugador sigue con molestias y no le conviene sobrecargarse de trabajo. Pero pasó lo mismo: jugó el sábado y fue un trueno. ¡Menuda pelea con Skertel! Se fue lesionado en el 89’, pero por una patada. Nada hizo pensar que no hubiera podido estar en la lista.

Otro caso es el de Cesc, citado, con lesión real comprobada por los médicos de la Federación tras viaje de ida y vuelta. Pero los casos anteriores suscitan el conflicto de cómo repartir esfuerzos y descansos entre el club y la Selección de un jugador que arrastra molestias. Las dos partes deben aspirar a que el jugador se restablezca. Para eso hay que llegar a un acuerdo. Lo hubo en su día en el caso Xavi entre Guardiola y Del Bosque, y funcionó bien. Ahora sigue una de las partes, que es Del Bosque, pero la parte contraria ha sido una vez Luis Enrique y la otra Mourinho. Y claro, no es lo mismo.