Michael García: sal y dinos lo que hay

La FIFA concedió el Mundial de 2022 a Qatar en condiciones discutibles, por razones climáticas que en su momento se prefirió ignorar. Después de eso estuve en Qatar y percibí que lo que allí cuesta entender es lo que a muchos nos parece obvio: que el calor del verano de aquella región es disuasorio. Ellos viven allí y lo que les parece inaudito es que se pueda jugar un Mundial a cero grados, como pasó en Sudáfrica. Se supone que el fútbol es de todos, es un esfuerzo universal, casi diríamos que el gran suelo antropológico sobre el que sentirnos seguros. En ese sentido, está bien un Mundial en aquella región.

Pero no dejan de estar presentes las dudas. Unas dudas que mortifican tanto al mundo cómodo (al nuestro) como al que no lo es tanto. ¿Por qué vamos a ir a Qatar? La FIFA lo decidió y en lo que uno ha podido asomarse por ahí ve actitudes renuentes a la explicación. El propio Blatter me dijo que si el Mundial de Qatar no podía ser en las fechas tradicionales se debería repetir la votación. Así lo tenemos grabado y así fue publicado. Me choca que ahora se haga el despistado y se escude en un ‘informe García’ del que de repente sabemos que se han conocido sólo 41 de los 435 folios totales.

Michael García se queja de esa revelación parcial de su informe. Muy bien. Pues nos convendría que compareciera y despejara dudas. Es bueno un Mundial en Qatar por lo que supone en dos aspectos: pondrá foco en la insoportable explotación de la mano de obra nepalí por parte de las constructoras del mundo rico (o sea, el nuestro) y por lo que significa en cuanto a universalización del fútbol. No son cuestiones menores. Por eso no es bueno que esta designación nazca rodeada de zonas borrosas. Si Michael García piensa que están manipulando su informe, que salga y que diga lo que hay.