Carrozas y canteranos de pura cepa

Mi primer desencuentro serio con Mourinho fue un día del otoño de 2012, en el que sacó una lista y nombró a gente como Olalla, Corrales, Aranda, Valdo, Portillo, Miñambres, Meca, Dorado, Zárate, Tébar, Rubén, Aganzo o Riki, con un tono frío y distante como diciendo: “¿Y esta es vuestra famosa cantera?”. Me dolió que no tuviera la sensibilidad de valorar a estos chavales que han contado a sus hijos y amigos el orgullo que supuso para ellos defender la sagrada camiseta del Madrid, aunque fuera durante un simple minuto...

Por eso me encanta la iniciativa que han tenido los canteranos del Castilla nacidos entre 1969 y 1971. Son cada uno de su padre y de su madre y se buscan la vida en la hostelería, en las administraciones públicas o como bomberos. Pero a todos les une un nexo emocional que los hace fuertes: lucir orgullosos su escudo que les identifica como ‘CANTERANOS DEL MADRID’. Que defiendan ese sello por los campos de España es admirable. Chapeau.