Primera derrota del Madrid de baloncesto en la temporada. En Estambul. Ante el Anadolu Efes. El Anadolu es un equipo aguerrido y poco más. Se ha reforzado esta temporada para mejorar la imagen que dejó en la anterior —18 derrotas y 6 victorias en la Euroliga—, pero aun así parece muy osado incluirle en el grupo de los favoritos. Incluso después de haber ganado al Madrid. El Anadolu marcha sexto en la Liga turca, con tres victorias y dos derrotas, y en esta Euroliga perdió con el Zalgiris en su propia cancha. Valga todo esto para evaluar la derrota del Madrid. La derrota en sí apenas tiene trascendencia. Nadie duda de que al final estará entre los cuatro primeros de su grupo y se clasificará con comodidad para la siguiente fase.

Lo malo de la derrota es cómo se produjo. El partido fue trabado. Dominado mayoritariamente por el Anadolu. Durante tres cuartas partes se mantuvo por delante en el marcador. Al Madrid siempre se le veía al acecho, a la espera de dar el golpe definitivo. Pareció llegar a falta de dos minutos y medio. Fueron cuatro puntos de ventaja. No valieron. Al Anadolu le bastaron los últimos seis segundos para ganar. El Madrid no fue capaz de rematar, y al final perdió. Como ha sucedido otras veces. Es de lo que se le acusa precisamente a este Madrid de Laso. Sus críticos encontraron un nuevo argumento para pedir un técnico que cierre mejor los partidos. El de ayer no fue decisivo, pero otros sí lo fueron. Finales como el de ayer empiezan a ser ya una losa.