Lluvia, cambios, tedio y gol de Kroos

Mucha lluvia, muchos cambios, bastante tedio y gol final de Kroos, un jarro de agua fría. Es el balance de un partido que haremos bien en olvidar pronto. Alemania llegaba con la vitola de campeona del mundo, pero sin una gran mayoría de los jugadores que le permitieron serlo. Uno de los pocos que había, quizá el más significativo de entre ellos, Müller, se retiró además muy pronto, tras recibir un golpe de Sergio Ramos. Sin él, Alemania se parecía menos todavía al campeón. Les quedaba casi solamente Kroos, y fue él quien izó al final del partido la bandera de los campeones con un tiro venenoso.

El gol lo encajó Casilla, que había salido un cuarto de hora antes. No tuvo suerte. Un tiro por abajo, fuerte, angulado, que hizo ‘aquaplaning’ sobre el césped mojado y pasó sobre sus guantes. Un gol de esos que dejan mal a un portero, sin que se pueda decir, sin embargo, que sea plenamente culpa suya. No mucho antes, había salvado con apuros un tiro parecido. El gol en todo caso deslució aún más el partido de España, voluntariosa pero sin gracia. Del Bosque tiró o guardó los apuntes del proyecto de reconstrucción y gastó el partido en el propósito de que jugaran todos los de la convocatoria.

Esas cosas no me gustan, nunca me han gustado, pero menos ahora que estamos buscando cómo recomponer el equipo. Desde luego que para eso hay que experimentar algunas cosas, pero amarrando las que van resultando. Por ejemplo, Koke. Y si hay unos laterales mejores que otros, que sean ellos los que jueguen. Y si estamos a martes y no hay partidos hasta el sábado, tampoco es tan necesario andar con la calculadora de los descansos. Cuando estamos rearmando el equipo me parece que convertir un partido en un reparto de minutos y de internacionalidades es desperdiciarlo.