Vale más tener un buen canal que un buen periodista

Récord pro Facebook. Batió Messi el sábado pasado el récord de Zarra. Perdón, quizás debería decir que batió el récord de Zarra oficialmente asumido, pero en todo caso, Messi hizo historia. Una ocasión para celebrar y elevar un tanto el marchito estado de ánimo que se respiraba en el Camp Nou de un tiempo a esta parte. Mucho más, si se tiene en cuenta que tres días antes el crack argentino había encendido todas las alarmas de Arístides Maillol diciendo que no se veía acabando su carrera de blaugrana. Exigía tal efeméride una fiesta a lo grande y los culés se dieron de bruces con un vídeo cutre y unas declaraciones del astro vía Facebook. Un guiño a las Redes Sociales y todo un feo a los aficionados y periodistas que trataron de entrevistarle.

Un no al ‘Win-Win’. En terminología absurda de los nuevos tiempos se ha acuñado un palabro insólito: el ‘Win-Win’. Es decir, esa declaración en la que todos ganan. La presencia de Messi a chorro en los medios tras batir el récord de Zarra era un ‘Win-Win’. Ganaba el club, que podía sacar pecho; ganaba el jugador, que rebañaba votos para el Balón de Oro, y ganaba la Liga, que por el mismo precio lucía a Zarra. Todo eso se tiró a la basura a causa de la incomparecencia del crack ante los medios. Aquí sólo ganó Facebook. Olé por ellos. Pero que yo sepa, no son patrocinadores del Barça.

Segundo récord. Tres días después, Messi batía el récord de Raúl como máximo goleador de la Champions. Tampoco habló para nadie. Se limitó a unas declaraciones en UEFA.com. Ni un reportaje ni una entrevista ni un posado para los amigos. Esos de los que se queja de que no le tratan bien y de un tiempo a esta parte, tras aviso de la cúpula, reclaman para La Pulga hasta el Cervantes. Ha quedado claro, que las estrellas prefieren el canal al periodista.