Vermaelen o la gran clavada

Pifia. El fichaje de Vermaelen por el Barça ha sido la historia de una pifia anunciada. Un futbolista que lleva veinte lesiones en los últimos tres años y que se pierde la mitad de la última temporada en su equipo por diferentes problemas no está para venir a un club de la máxima exigencia como el Barça. Eso lo sabe hasta el más tonto del Arsenal. Se lo quitaron de encima en su última temporada de contrato sacándole ¡10 millones de euros! Zubizarreta tenía razón, Vermaelen era un jugador de rendimiento inmediato… pero para el Arsenal. Al aficionado culé se le deberían abrir las carnes cada vez que su club negocia con los gunners: Petit, Overmars, Hleb, Song…y ahora Vermaelen para cinco años.

El duelo del milenio. La carrera por los récords entre Messi y Cristiano no ha empezado ahora. Llevamos ya cinco años asistiendo a este duelo que esperemos dure mucho tiempo más porque está poniendo nuestro fútbol en el centro de la atención mundial. ¡Cuánto hizo crecer a la NBA la era Magic Johnson vs Larry Bird! La pelea entre estos dos astros es un hecho histórico que debemos disfrutar mientras dure porque, además, en esta batalla no hay perdedores: ganan ellos, ganan sus equipos, ganan sus rivales, ganan los espectadores, ganan los medios. Lo único que no debe olvidarse es que el fútbol es un deporte colectivo y que mucho de lo conseguido por estos dos fenómenos se lo deben a sus equipos y compañeros. Iniesta, Benzemá, Xavi, Marcelo… también están en los récords.

Chef Modric. El Madrid tiene una plantilla para sobreponerse a la lesión de Modric y seguro que ganará la mayoría de los partidos sin el croata, pero no jugará igual. Lukita es uno de esos alquimistas del centro del campo que es capaz de hacer mejor a sus compañeros. Estaba en el momento futbolístico cumbre que le permitía ordenarlo todo: ayudar a los defensas, ordenar a los medios y distribuir a los de arriba. Ya conocía a la perfección a sus compañeros y sabía dónde colocarse para presionar juntos, para dar salida, para ayudar a robar, para apoyar y no perder la bola... Lo hacía todo y se permitía darse una vuelta por el gol de vez en cuando. Talento con solera. El Madrid sin Modric está menos engrasado. La cocina es buena porque los ingredientes son exquisitos, pero falta el cocinero jefe. Isco va para maestro pero todavía le queda para llegar a chef.

Rayo solidario. Ha tenido que ser un club como el Rayo el que diera un toque de atención sobre la obligación que tiene el fútbol de ser generoso con la sociedad. Una industria que se ha beneficiado de la generosidad de los aficionados, por no hablar de la del Estado, tiene que devolver a la sociedad parte de sus privilegios contribuyendo al mejoramiento social. Está muy bien que se piense en la expansión al mercado asiático, en generar nuevos ingresos, pero que no se olviden de la comunidad que les apoyó en su nacimiento. Responsabilidad social corporativa, además de pagar los impuestos, señor Tebas.