Valverde no ha resistido más y ya ha destapado a Williams, un nueve muy diferente a lo que se ha forjado en Lezama en los últimos tiempos. Si la lesión de Aduriz, como parece, invita a ser cauto con su recuperación, el espigado delantero, nacido en Bilbao y crecido en Pamplona, se colará hoy en la lista ante el Córdoba. Su fisonomía le permite ser el jugador más rápido de toda la cantera, con tiempos al sprint que bien podrían ser de un velocista. ‘Willy’, como le llaman, llegó de medio lado al club en edad juvenil, con una cresta a lo Balotelli. Nada tiene que ver con el italiano en disciplina y ganas de progresar. Va como una gacela al espacio y cada vez es más tranquilo en el mano a mano, suerte en la que se presenta con aplastante facilidad.

Se arremolinan los clubes siguiéndole, quizás pensando que por su raza se trata de un apátrida, poco o nada arraigado al Athletic. Tiene en mente hacer carrera como Llorente, a quien también hizo debutar Txingurri, y Aduriz. Está feliz y reconocido en Bilbao, donde también existen esperanzas con otro rayo de la casa Williams, su hermano Nico, infantil arrebatado a Osasuna.