Aguerridas e inquebrantables

La Selección de balonmano ganó a Rusia y se garantiza pasar a la siguiente fase del Europeo femenino con al menos dos puntos. Serán cuatro si se ganara mañana a Hungría, pero tampoco es necesario adelantar acontecimientos. Las Guerreras van como el Atlético, partido a partido, que después de su medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 no se han llevado más que decepciones, y prefieren empezar desde cero. No les va mal. Victoria ante Polonia por siete goles de diferencia, y ayer victoria ante Rusia por un gol. Aunque el partido estuvo apretado e incierto, al final la Selección pudo afrontar el último minuto con un mínimo de tranquilidad, y Rusia no llegó a tiempo para tan siquiera empatar.

Las victorias ante Rusia me siguen impresionando. Entre las mujeres sobre todo. Rusia ha sido una referencia en todos los deportes. No ya por el potencial que le da la inmensidad de su territorio, sino por la cultura deportiva que ha existido en el país. No digamos ya en los deportes en sala, debido a que durante la mitad del año se hace obligado practicarlo en pabellones debido al largo invierno. En España, en cambio, jugar al balonmano no es habitual. Jugadoras tenemos 28.000, y de élite sólo se puede considerar medio centenar. Las buenas, además, se han tenido que buscar la vida fuera de España, porque aquí el balonmano da sólo para jugarlo. Eso sí que es el milagro español. Pocas, pero aguerridas e inquebrantables.