Abelardo el coherente, la apuesta por Yoda y la fidelidad en Inglaterra

"Coherencia”. Así definen sus más cercanos a Abelardo, entrenador del Sporting que batió hace semanas el récord de partidos invicto que ostentaba Boskov desde la temporada 82-83. En una entidad convulsa socialmente y en venta (debe concretarse esta semana, hay ofertas de fondos ingleses, suizos y estadounidenses), Abelardo ha conseguido estar 16 semanas sin perder y mantiene su carácter cercano, sin querer recordar cuando fue destituido como entrenador del filial por su mala relación con Emilio de Dios. Entonces tuvo que irse al modesto CD Tuilla (patria chica de Villa). Volvió con humildad, tiró de Mareo (“15 de 25 futbolistas deben ser de ahí”) y es colíder.

Presidencialismo. Alfonso García destituyó a Francisco el martes. Una decisión dolorosa, especialmente para el presidente del Almería, del que existía la sospecha, confirmada por algún jugador del vestuario, de que ejercía cierta influencia en las alineaciones del técnico. Eso le costó en su día algunas diferencias con Javi Gracia o Lucas Alcaraz. En realidad, Alfonso García no superó el recuerdo de Emery, al que decidió fichar después de escucharlo en una sala de prensa cuando era técnico del Lorca. Fue su preferido y, aun así, casi lo echa a los cuatro partidos (cuatro derrotas) de llegar. Luego logró el ansiado ascenso a Primera.

Ingenio. A la sombra de todo el asunto Pedro León, en Getafe despunta Yoda, que curiosamente ha marcado sus cuatro goles en Liga fuera de casa. Yoda es una apuesta personal de Contra, que pese a su irregular carrera (se crió en la cantera del Servette y luego jugó en el Sion) se fió de su instinto cuando le vio jugar en el Astra Giurgiu rumano y pidió al presidente, Ángel Torres, que lo fichase. Llegó libre y su tránsfer llegó, literalmente, minutos antes del cierre del mercado.

La fidelidad. The Guardian publicó la pasada semana un curioso reportaje. Jeff Young, seguidor del Blyth Spartans, club con sede en Norththumberland que milita en la Séptima División inglesa, lleva 1.508 partidos seguidos animando a su equipo. Dentro y fuera de casa. La última vez que ‘falló’ fue en 1987 (recordaba The Guardian que Bobby Robson era entrenador de la selección inglesa y Margaret Thatcher primera ministra…). En un replay de la Cup, el Blyth jugaba en Bath, a 650 millas. No encontró manera de hacer el trayecto y lo tuvo que seguir por el teletexto. Para llegar a los 1.508 partidos seguidos, por el Blyth Young fue capaz de saltarse la boda de su hermano.