El Levante vuelve a ‘desenamorar’ a cualquiera. A cualquiera, claro está, que no sea del Levante. O que en su caso no haya decidido apostar a su favor. A cualquier amante del fútbol, en lo que engloba el sentido más literal de la palabra, desde luego que le quita las ganas de ver otro partido, por lo menos en unos días, llegando a desesperar como desesperan los rivales con sus artimañas. Pero esto también es fútbol, claro que sí. Y así es como Alcaraz está dejando semillitas para una nueva permanencia. Suma y sigue. Y están en números.

Más allá del oficio mostrado por donde pasan, si algo empieza a destacar sobre manera es el desparpajo de un Iván López cada vez más consolidado no sólo en el once azulgrana sino también en la máxima categoría del fútbol español. Cada subida por banda del canterano supone una bocanada de aire fresco. Una sonrisa dentro de la seriedad en la que se maneja el equipo. Durante muchos años ha sido una de las perlas de la cantera, vistiendo la ‘roja’ en casi todas las categorías inferiores. Por algo sería. Y ahora se está demostrando. Si no cambia mucho la cosa terminará esta temporada con un buen número de partidos en sus espaldas en Primera División.