Fueron unas últimas semanas de agosto de vértigo. Las deportistas españolas no paraban de ganar medallas. Cuatro de Ona Carbonell, el oro de Ruth Beitia en el atletismo, los seis podios de Mireia Belmonte en los Europeos, las medallas de Sara Rodríguez y Camila Aldana en los Juegos Olímpicos de la Juventud, el Mundial de Carolina Marín que nos puso a todos ante la televisión para ver el bádminton, como en sus tiempos hicieron Santana con el tenis, Nieto con las motos o Ballesteros con el golf... En esos días nuestras mujeres convulsionaron el deporte, como ya sucedió dos años antes en los Juegos de Londres, cuando comenzamos a fraguar la idea de que todas las candidaturas a los Premios AS tenían que ser femeninas.

Ya antes de ese final de agosto loco, Lydia Valentín volvió con un oro en el Europeo de halterofilia, Ángela Salvadores metió 40 puntos a EE UU en la final del Mundial Sub-17 de baloncesto y Sara Sorribes ganó el Europeo Júnior de tenis. Después de agosto continuó la locura: Laia Sanz fue la primera mujer en vencer en una etapa de un raid de motos, la Selección se clasificó por primera vez para el Mundial de fútbol, el equipo de Rítmica ganó el Mundial en mazas y la Selección de baloncesto quedó subcampeona del mundo. Ya no cabía ninguna duda de que los Premios AS de 2014 tenían que ser un homenaje a la mujer. Sólo ha podido haber cuatro ganadoras, pero todas han contribuido a poner el deporte femenino en lo más alto. ¡Gracias, campeonas!