Lo aprendimos a finales de los 80 para descubrir las bondades de una marca de agua mineral. ‘No pesan los años, pesan los kilos’, nos decían en aquel anuncio de la tele que se hizo popular hasta convertirse en una especia de mantra que muchos siguen aplicándose. Puede que Fernando Alonso ni siquiera lo conozca por su juventud, pero la intensidad de su preparación física se ajusta como un guante a esta filosofía. En efecto, lo importante no es tanto edad sino cómo se lleven esos años, dependiendo del estado físico y de la salud. Algo obvio para cualquier persona pero determinante en el caso de un deportista de élite como el asturiano. Porque el nuevo piloto de McLaren-Honda es plenamente consciente de que, a los 33, debe empezar a trabajar más que nunca para mantener su excepcional rendimiento.

No es algo que le cueste especialmente a Alonso. Un apasionado al deporte como él disfruta con la rutina del entrenamiento, así que no duda en buscar los escenarios idóneos para desarrollar su actividad. Mente sana en cuerpo sano. La cabeza del ovetense se encuentra en la plenitud propia de un piloto de su experiencia y talento, así que no desea que de modo alguno su físico se quede atrás. Soportar sin desfallecer las exigencias de una carrera de Fórmula 1 es premisa básica para que la concentración también se mantenga durante ese esfuerzo y Alonso no está dispuesto a fallar en este sentido. Su impronta pasa por darlo todo dentro y fuera de la pista en búsqueda de la excelencia del triunfo, esos resultados que deben acercarle al sueño del tercer título. En esto podemos estar muy tranquilos, como siempre: cuando el McLaren-Honda se aúpe al nivel de los mejores, su piloto español no defraudará.