Cabeza de oro 2014

Ramos reconoció al final del partido que se había jugado el tipo porque no quería perderse una final que sentía como suya desde el cabezazo para la historia en Lisboa. Habrá quien piense que se equivocó al arriesgar ante un rival menor, pero el andaluz es imparable cuando se centra en un objetivo. Con errores y virtudes, para lo bueno y lo malo, Ramos es el mejor central del mundo de largo. Un seguro de vida con una personalidad arrolladora. Sergio es importante para el equipo por todo lo que le da en el terreno de juego, pero además es trascendental para el club por lo que es capaz de aportar en el vestuario.

En momentos dulces todo es sencillo, pero el andaluz ha apretado las clavijas en la caseta en periodos no muy lejanos en los que el vestuario hacía aguas. El central tuvo el coraje para tirar de un grupo destrozado anímicamente por el entrenador anterior. Ramos es patrimonio del Madrid y Florentino sabe que su valor de mercado sólo es uno: el mejor defensor del planeta.